¿Cómo afrontar la pérdida de un bebé?





La perdida de un bebe



Recibir la confirmación de que estas embarazada puede ser uno de los momentos mas emotivos y felices de tu vida. Las se manas pasan, crecen tus ilusiones y todo parece girar en torno a esta espera que por momentos es insufrible y luego se vuelve mucho mas llevadera. Todo vale la pena, lo dulce y lo amargo.
pero todo puede cambiar en un segundo. Perder a un bebe no es simplemente tener un aborto; lo que se va es un bebe al que le dedicaste tiempo e ilusiones diarias, vivir en tu vientre pero también en tu corazón. En estos casos se genera un sentimiento de culpa muy especial porque no puedes desprenderte de esa sensación de que eres responsable del dolor por el que están pasando tu pareja, tus padres, tus suegros y toda tu familia. Recuerda que esta es una perdida para todos, pero nadie tiene ni debe ser el protagónico de ese dolor.

Etapas de duelo

El Shock

Lo primero que pensamos es que se trata de un error. En gran parte porque nos defendemos de sentir tanto dolor y porque no creemos que la vida pueda parecer tan cruel llevándonos hasta arriba de la montaña rusa de emociones para luego soltarnos en caída libre. También sentimos que no puede pasarnos esto a nosotros, ya sea porque no han pasado muchas cosas antes y creíamos que con este bebe habíamos recibido la justa recompensa a tanto dolor o porque nunca habíamos pasado por algo que se encontrara tan fuera de nuestro control.
Un bebe no es un proyecto, sino una vida, esa no esta en nuestras manos.
Pero nada de las cosas que pasan son premios ni castigos, son experiencias, aunque algunas de ellas sean muy dolorosas.

El Enojo

Nos fue arrebatado el objeto de nuestro afecto (o al menos así lo sentimos) y eso nos enoja muchísimo. Nos llegan todo tipo de dudas a la cabeza: ¿por que otras que ni quieren se embarazan?, ¿por que otras tienen a sus hijos sin problema?, ¿por que yo? Es un enojo muy grande, dirigido contra el que se ponga enfrente: la vida, Dios, los médicos, los hospitales y hasta nosotras mismas. ¿Que hice mal, o que me falto hacer? El enojo esta lleno de preguntas dolorosas sin respuesta.

El Regateo

Después del enojo comienza una nueva etapa donde entramos en transición: leemos algún libro, vamos a sesiones con un tanatologo o cambiamos de ginecólogo.
Estamos tratando de hacer las cosas distinto, de tomas postura y actitud para corregir el rumbo de las cosas. Algunas mujeres tratan de embarazarse de nuevo; otras, acompañadas por la recomendación de sus médicos, deciden esperar un tiempo y sanar heridas. Dependiendo de las circunstancias de la perdida, la pareja puede estar muy renuente a volverlo a intentar. Debemos darle su tiempo: el trauma y dolor es muy grande y asustan mucho de ver a sus valientes mujeres tan tristes y sin poder hacer nada para que esa tristeza desaparezca.

Con lentes obscuros

La negociación da paso a una tristeza que no se va. La nostalgia de lo que no será se apodera de ti. Es como si te hubieras puesto unos lentes negros y fuera imposible quitártelos; el mundo, hasta los días soleados, se ve mas oscuro. Hay desaliento, apatía y una falta de impulso total. Ahora es cuando debes recordar que si la vida te dice "no" a algo que deseabas tanto, puede ser por dos razones:

No era el momento. Puede sonarte a campana rota porque tu querías que lo fuera, pero hay un factor biológico de selección natural que hace que los bebes que no van a ser aptos para al vida no lleguen a un mundo que será de puro sufrimiento y dolor para ellos.

La vida tiene un plan que nos protege. No sabemos de que ni como, pero vivir pensando que hay uno que nos ayuda a no creer que somos parte de un caos sin sentido.
Las cosas pasan como deben y no como quisieras. Es como si fuera un bordado de cruz: nosotros solo podemos ver el lado donde hay hilos cruzados y confusión, pero del otro lado, el de la vida, se ve un bordado perfecto. Eso se llama confiar y fluir.

Fiat

En latin fiat significa aceptación. No es que nos guste lo que paso, es simplemente fluir con la vida. No resistirte y confiar a un nivel muy profundo que lo mejor esta por venir. Aquí conviene reflexionar en la misión que este bebe trata. ¿Venia a hacernos sufrir? ¿Quería destrozar nuestra vida de pareja o hacernos sentir miserables? Claro que no: era luz que vino a darte a buena noticia de que eres embarazaste (cosa que suele ser lo mas difícil de lograr cuando se busca formar una familia). También vino a decir que su amor es compatible y a enseñarles lo que es ser papá o mamá.
Vino a enseñarte a ser la mejor versión de ti misma, porque aunque este momento tengas los brazos varios, eres madre desde ya, y encontraras en esa nueva condición mucho amor que te dará la fuerza necesaria para sobrellevar esta ausencia. Entenderás que la vida dijo que no, pero solo por ahora.

Cómo enfrentarlo

Necesitas mucha templanza para entender que aquí hay crecimiento y posibilidad de union para todos. Que no paso para que aprendieras algo como mucha gente dice erróneamente. La vida no es así, no tienes esos métodos didácticos. Las cosas pasan y es tu decisión si extraes significado, aprendes y creces con ellas, pero no pasan para que aprendas. No basta saber y entender lo que pasó, el corazón tiene que aceptarlo y este procesos toma tiempo y cuidados amorosos.

Es un proceso por el que no tienes que pasar sola: en este torbellino de emociones hay que ir sorteadoras todas, pasando a través del dolor y no evadiendolo de lo contrario solo te llenaras de amargura y basura emocional.

Gaby Perez Islas
Tanatologa, Logoterapeuta y escritora
Para Revista Bbmundo.

Comentarios